El futuro de los viajes espaciales, de la mano del cofundador de Microsoft Un gigantesco avión que puede, a mitad del vuelo, lanzar un cohete para enviar cargamentos y hasta humanos en órbita es el último proyecto de Paul Allen, multimillonario filantrópico y cofundador de la gigante informática
La primera prueba de vuelo de esta ambicioso proyecto a cargo de la nueva compañía de Allen, Stratolaunch Systems, no está planeada sino hasta 2015, pero sus socios de emprendimiento prometen que revolucionará los viajes espaciales en la era posterior a los transbordadores espaciales de los EEUU.
Utilizando motores de seis aviones 747, el mayor avión jamás construido portaría un cohete construido por SpaceX y sería capaz de lanzar cargamento, satélites, y quizás algún día, humanos, a órbitas bajas de la Tierra, dijo Allen.
Aunque rechazó divulgar cuánto dinero estaba invirtiendo, Allen dijo que será más de lo que se gastó en SpaceShipOne, que fue en 2004 el primer vuelo comercial en completar un vuelo suborbital y su desarrollo costó entonces u$s25 millones.
"Por primera vez desde John Glenn, los EEUU no pueden enviar sus propios astronautas al espacio", dijo Allen en referencia a la retirada de los transbordadores espaciales este año y al primer norteamericano en orbitar la Tierra a bordo de la nave Mercury 7, en 1962.
"Hoy estamos en la aurora de un cambio radical en la industria del lanzamiento espacial", dijo Allen, prometiendo mayor flexibilidad que los lanzamientos desde la Tierra y mejores costos y efectividad para las misiones para cargamento y humanas al espacio en el futuro.
Este proyecto "mantendrá a los EEUU a la cabeza de la exploración espacial y dará a los niños de mañana algo que buscar en el cielo por las noches y algo con que soñar", añadió Allen.