Convulsiones
Definición
Una convulsión es un malfuncionamiento súbito y temporal del cerebro, desencadenado por una perturbación de las señales eléctricas de dicho órgano. Hay muchos tipos de convulsiones y algunas son más graves que otras. Ocurren cuando estas señales se alteran por una descarga eléctrica que trastorna la función normal del cerebro.
La mencionada actividad eléctrica incontrolada en el cerebro, puede producir una convulsión física, menores signos físicos, alteraciones del pensamiento, o una combinación de los síntomas.
El tipo de síntomas y las convulsiones dependen del lugar donde la actividad eléctrica anormal se produce en el cerebro, lo que es su causa, y factores como la edad del paciente y estado general de salud.
Las convulsiones pueden ser causadas por lesiones en la cabeza, tumores cerebrales, envenenamiento por plomo, trastornos del desarrollo del cerebro, enfermedades genéticas e infecciosas, y las fiebres. En plena mitad de los pacientes con convulsiones, sin causa aún se pueden encontrar.
Tipos
En general existen sólo dos maneras de clasificar las patologías con que cursan las convulsiones que se pueden producir. Los dos principales tipos de convulsiones son las generalizadas primarias (afectan a todo el cuerpo) y las convulsiones parciales.
Las convulsiones generalizadas primarias hacen que uno se desmaye, pero en las convulsiones parciales, uno no se desmaya pero posiblemente experimente movimientos con sacudidas y otros trastornos.
Por si solas no son una enfermedad, sino la manifestación de un trastorno de la función cerebral que se expresa de forma súbita.
El trastorno convulsivo más conocido es la epilepsia, cuya causa generalmente no está clara.
Síntomas
Las convulsiones generalmente son de comienzo súbito y de corta duración. Entre los signos y síntomas que producen las convulsiones podemos encontrar:
Tónicas: Son contracturas persistentes de los músculos que al tocarlos dan la sensación de estar endurecidos
Clónicas: Son contracciones más amplias que originan en las extremidades movimientos de flexión y extensión
Ambos tipos pueden coincidir, como ocurre en el llamado ataque epiléptico.
Causas
Las causas de las convulsiones son muy variadas y suelen estar asociadas a enfermedades subyacentes. Las convulsiones suelen cursar como parte de la enfermedad. Las convulsiones idiopáticas son convulsiones crónicas que ocurren sin una causa identificable.
Las convulsiones pueden deberse a epilepsia, lesión en la cabeza, derrame cerebral tumor en el cerebro, infección, fiebre alta, ataque cardíaco, insuficiencia renal o hepática, diabetes, abstinencia de alcohol o drogas, y a veces como un efecto secundario de ciertos medicamentos, como anfetaminas y algunos tranquilizantes.
En quienes son susceptibles, los estímulos como luces centelleantes o ruidos fuertes y pulsátiles pueden desencadenar una convulsión. Más de un millón de personas en los Estados Unidos sufren trastornos convulsivos. Casi todos estos trastornos empiezan durante la niñez, a menudo entre los tres y los catorce años de edad.
Por lo regular las convulsiones se pueden producir en cualquier momento de la vida pero empiezan entre las edades de 5 y 20. El paciente puede tener antecedentes familiares de epilepsia o convulsiones.
Consecuencias
Gran cantidad de procesos o enfermedades pueden acompañarse de convulsiones.
Las consecuencias de las convulsiones pueden ser muchas, y ya que las convulsiones pueden ser propiamente una consecuencia de otras patologías, las enfermedades subyacentes pueden ser causa.
Meningitis, encefalitis, tétanos...
Hipoglucemias
Intoxicaciones: Alcohol, plomo...
Falta de oxígeno en el cerebro
Alergias a medicamentos
Traumatismos cerebrales
Aumento de la temperatura: Fiebre, insolación
Epilepsia, tumores cerebrales
Por todo ello deducimos que toda convulsión, aunque haya cedido, debe ser estudiada por el médico para que pueda diagnosticar su causa.
Convulsiones en niños
En los niños son frecuentes las convulsiones por distintas causas:
Hipertermia o fiebre elevada.
Infección: Meningitis, encefalitis, otitis...
Alteraciones metabólicas: hipocalcemias, hipoglucemias, falta de vitaminas...
Convulsiones debidas al dolor y las emociones.
Espasmos por sollozo: Antes de la convulsión hay cianosis; el niño se pone primero pálido y luego azul
Casi todas ellas, salvo las debidas a epilepsia, suelen desaparecer hacia los tres años de edad. La atención al niño con convulsiones es en líneas generales igual que en el adulto; en los casos en los que sean debidos a fiebre muy elevada, deberemos bajar la temperatura con paños de agua fría en la cabeza, friccionando con alcohol el pecho y los miembros.
En el espasmo del sollozo, soplarle en la boca, subirlo y bajarlo cogiéndolo por los brazos. No reviste especialmente importancia ya que se considera un proceso banal.