Una clienta insatisfecha bastó para revelar que las críticas también mejoran el posicionamiento de un sitio en Google. El buscador anunció que modificará su algoritmo. El comerciante afirma: "No hay nada como la mala publicidad"

Un caso revelado recientemente por el periódico The New York Times aún no termina de dar la vuelta al mundo y ya está sembrando un dilema entre los comerciantes online, del propio Google y de los expertos SEO que estudian los algoritmos para posicionar a sus clientes: ¿Ética o efectividad?

Vitaly Borker es un comerciante de origen ruso que habita en la Bahía de Sheepshead, Brooklyn, en los EEUU y por estos días alcanzó parámetros extremos de popularidad por razones non sanctas.

Ocurre que Borker, dueño de la tienda online DecorMyEyes tiene una máxima: "No hay nada como la mala publicidad", la cual se complementa con la idea que el cliente no siempre tiene la razón. "¿Por qué habría de tenerla, y el comerciante estar siempre equivocado?", se enoja.

Entonces, ideó una técnica que, aparentemente, le trajo inmejorables resultados: maltratar a sus clientes, estafarlos y cometer todo tipo de abusos y amenazas. ¿El fin? Aumentar exponencialmente el número de críticas y comentarios en la web, ya que descubrió que esto lo posicionaba primero en los resultados de Google.

Desde que el caso salió a la luz, el algoritmo de búsqueda del gigante se convirtió en blanco de todas las miradas. Es cierto que, cuanto mayor es la popularidad de un sitio en la web a través de comentarios y links, más alto rankea. Pero, si esto aplica también cuando se trata de comentarios negativos, el buscador se convertiría en una red fatal para compradores inexpertos.

La "víctima" en este caso fue Clarabelle Rodríguez, una clienta que googleó su marca favorita de lentes, y confió en el primer resultado que el motor de búsqueda arrojaba: la tienda de Borker.

Luego de ser estafada con un par de lentes e iniciar un reclamo que motivó las más sangrientas amenazas por parte del vendedor -hasta le envió una foto de la fachada de su casa para demostrarle que sabía dónde vivía- la mujer entró a la comunidad online de compradores Get Satisfaction y se encontró con cientos de personas en su misma situación.

Entre las múltiples denuncias realizadas por compradores abusados aparecía un comentario de Borker, agradeciendo a los usuarios por ayudarlo a permanecer en el top del ranking de Google. "Estoy en el cielo", se burlaba.

Reacción de Google
Por su lado, Google dijo que le causó “espanto leer sobre la realmente terrible experiencia que tuvo Clarabelle Rodríguez, la clienta mencionada en el artículo. Y si bien nuestro análisis inicial nos indicó que esto podría ser un caso aislado y no un problema generalizado en nuestros resultados de búsqueda, inmediatamente creamos un equipo para que investigara minuciosamente el tema”.

El equipo de Google creó un algoritmo con una solución inicial, “lo implementó y ya está funcionando”. En su blog oficial, la empresa comunicó: “Tratar mal a los clientes es, y ojalá siempre lo sea, malo para los negocios, y que no trae ninguna ventaja en los resultados de búsqueda de Google”.